Shenaz Bibi. Niña nómada (PAKISTAN)

Hoy es el último día de la migración que ha llevado a esta familia desde Cachemira hasta el Parque Nacional de Deosai, en el Karakorum. Una migración de 1.000 km que realiza la familia de Makhan Khan, compuesta por 300 individuos y 2.500 cabezas de ganado. Han tardado 2,5 meses en realizarla y hoy la completan. Al final del día, la familia se dividirá en dos para que los animales puedan pastar durante 5 meses de forma independiente y no agoten los recursos de la zona. 

En la imagen, Shenaz Bibi prepara los caballos para la partida. En ocasiones es la necesidad la que facilita la integración de género. En este caso, la familia y el número de cabezas de ganado es tan grande que todos tienen que contribuir, así que las mujeres también hacen funciones, en principio, destinadas a los hombres. 

La familia viaja unida formando una fila. Al alcanzar el paso de montaña en el que se encuentra el lago Shausar, la comitiva se empieza a dividirse. Los mayores y los niños no pueden seguir el paso de los adultos que llevan el ganado. Al final del dia, se reencuentran, se reorganizan y vuelven a dividirse. Cada  uno de los grupos se asienta en una zona distinta del parque para repartirse el pasto. 

LA CULTURA NÓMADA

Pakistán también es hogar de muchas etnias, y algunas culturas nómadas como los kochís y los Gujjar, que viven en el norte montañoso del país. Son estas comunidades nómadas constituyen una parte importante y amenudo olvidada de la cultura del ps y corren un alto riesgo de desaparecer. 

Su modo de vida está marcado por el pastoreo, basado en la migración estacional. A pesar de las presiones de la modernización, su cultura y forma de vida siguen siendo parte integral del paisaje cultural de Pakistán. Estos grupos, que han vivido durante siglos en armonía con la naturaleza, siguen un estilo de vida basado en el cuidado de sus rebaños y en el comercio de productos derivados de la cría ganadera. Sin embargo, el cambio climático, la modernización y las políticas gubernamentales de sedentarización han puesto en riesgo este modo de vida.

LA MUJER NÓMADA

Las mujeres nómadas son las encargadas de la administración del hogar, lo que incluye la preparación de alimentos, el cuidado de los niños y el mantenimiento de la tienda o refugio. Este rol que se repite en muchas otras partes del mundo, es más complicado y exigente aquí, donde los hogares son móviles y las condiciones de vida son duras y exigentesSe espera de las mujeres una alta participación, fuerza y resiliencia ante las duras condiciones de vida. 

El cuidado del ganado es la base de la economía de las etnias nómadas pastorales. Las mujeres suelen ser responsables de ordeñar las vacas, cabras y ovejas, así como de procesar productos lácteos como el queso, el yogurt o el lazzy que no solo alimentan a la familia, sino que también pueden ser intercambiados por otros bienes o vendidos en mercados locales. Son productoras y artesanas de tejidos, alfombras, ropas y otros productos textiles que a menudo acaban vendiéndose en mercados y generando ingresos para la familia.

Las mujeres también desempeñan un papel esencial en la transmisión de las tradiciones culturales y religiosas de sus comunidades. A través de canciones, historias orales, rituales y celebraciones, son ellas las que preservan las prácticas y creencias ancestrales, fundamentales para la identidad de estas etnias. En un entorno nómada, donde las influencias externas pueden ser más limitadas, las mujeres actúan como las principales depositarias del conocimiento cultural.

LÍDERES EN TIEMPOS DE CRISIS

Aunque los sistemas patriarcales limitan el liderazgo formal de las mujeres en las comunidades nómadas, en situaciones de crisis o migraciones difíciles, su papel se vuelve aún más visible y crucial. Las mujeres nómadas son expertas en gestionar los recursos de manera eficiente y tomar decisiones clave sobre la reubicación o el uso de bienes en tiempos de escasez. Su profundo conocimiento del entorno y de los ciclos naturales les permite tomar decisiones importantes sobre la supervivencia de la familia y del grupo.

DESAFÍOS PARA LAS MUJERES NÓMADAS 

A pesar de su papel vital en la economía y la cultura nómada, las mujeres enfrentan numerosos desafíos. El acceso a la educación y la atención médica es extremadamente limitado, y las tasas de alfabetización entre las mujeres nómadas son significativamente más bajas en las áreas rurales o urbanas. También enfrentan restricciones culturales que limitan su movilidad y participación en la vida pública. Además, las políticas de sedentarización y la pérdida de acceso a tierras tradicionales están poniendo en peligro su forma de vida y aumentando las dificultades económicas para las familias nómadas, lo que afecta de manera desproporcionada a las mujeres.

ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA MODERNIDAD

En los últimos años, las comunidades nómadas han tenido que adaptarse a los cambios provocados por el cambio climático, la pérdida de tierras y la modernización. Las mujeres están en la primera línea de esta adaptación, ya que son quienes gestionan los recursos del hogar y del ganado. En algunos casos, los hombres se trasladan temporalmente a las ciudades en busca de trabajo, dejando a las mujeres a cargo de la familia y el ganado, lo que aumenta su carga laboral y su responsabilidad en la comunidad.

UNA CULTURA EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

La desaparición del estilo de vida nómada no solo significa un cambio económico, sino también la pérdida de un vasto patrimonio cultural. Las tradiciones orales, las técnicas de pastoreo, los conocimientos sobre plantas medicinales y el manejo de recursos naturales son parte del acervo que estas comunidades han transmitido durante generaciones. Si los nómadas son forzados a asentarse de forma permanente, gran parte de este conocimiento se perderá, al igual que sus idiomas, artesanías y costumbres.

Las mujeres, que juegan un papel clave en la preservación de las tradiciones y la economía de estas comunidades, son particularmente vulnerables en este proceso. La sedentarización a menudo implica un mayor aislamiento para ellas y una pérdida de sus roles tradicionales como artesanas, cuidadoras del ganado y guardianas del hogar nómada.

EL FUTURO 

La desaparición de los nómadas no es inevitable, pero su supervivencia dependerá en gran medida de la voluntad política y social de apoyarlos. En algunos lugares, se están llevando a cabo iniciativas para ayudar a estas comunidades a adaptarse a los cambios climáticos y económicos sin perder su identidad cultural. Programas de educación móvil, acceso a recursos de salud y derechos formales sobre la tierra pueden ofrecer soluciones que les permitan continuar con su estilo de vida mientras se integran, de manera respetuosa, a las nuevas realidades.

Además, algunos nómadas han comenzado a combinar sus tradiciones con formas más modernas de vida, adoptando prácticas semi-sedentarias o participando en economías de mercado como el turismo cultural. Sin embargo, sin un apoyo sistemático para proteger sus derechos y formas de vida, la presión para asimilarse a la vida sedentaria podría ser demasiado fuerte.

INDICADORES DE PAKISTAN 

Pakistán, ubicado en el sur de Asia, es un país con una rica herencia cultural y un importante potencial económico. Sin embargo, enfrenta desafíos significativos en áreas como la pobreza, la educación, la salud y la igualdad de género. A continuación, se presentan los principales indicadores económicos, sociales y de género de Pakistán, junto con las fuentes originales donde consultar más información.

Indicadores Económicos: World Bank (World Bank Pakistan Overview)

Indicadores de Género: 

Educación y Empleo: 

Estos indicadores reflejan los desafíos en el acceso equitativo a la educación y la necesidad de diversificar el mercado laboral en Pakistán.El sector informal representa más del 70% de los empleos en Pakistán, con bajos salarios y condiciones laborales precarias.