El mercado (MOLDAVIA)

Después de intentar entrar en Transnistria sin éxito, me desplacé a la capital moldava. Venía de tomar unas fotos de a un grupo de danza tradicional en el centro de Chisináu, con la mayor parte de la representación femenina y deambulando terminé en el mercado de abastos. Me sorprendió que allí sólo trabajaban mujeres. Tomé esta imagen que me recordaba la España de los años 50 y, desde entonces, presté más atención durante los días que pasé allí. 

Aparte de la baja calidad del espacio público, las infraestructuras, el estado lamentable de calles y edificios tuve la impresión de que en el mercado laboral existe una segregación de género que no se aprecia en el resto de Europa, no así. 

Al cruzar de nuevo la frontera, esta vez hacia Rumanía pude comprobar la increíble diferencia entre ambos países, en infraestructuras, nivel de vida, situación de la mujer… Moldavia se ha quedado atrás.  

MOLDAVIA

En el corazón de Europa del Este, entre Rumanía y UCrania se encuentra Moldavia. Conocida por sus pintorescos paisajes de colinas, viñedos y monasterios medievales, tiene un pie en el pasado y otro intentando dar el salto hacia un futuro incierto. Moldavia busca fortalecer su integración europea mientras enfrenta tensiones políticas y sociales internas, incluida la situación de Transnistria, una región separatista en su territorio. 

ORÍGENES E HISTORIA

La historia de Moldavia  resistencia y sometimiento, entrelazándose con imperios como el otomano, el ruso y el austrohúngaro. Tras la Segunda Guerra Mundial, Moldavia fue arrastrada a la Unión Soviética, lo que dejó marca en su estructura social y económica. El colapso del imperio soviético en 1991 trajo la tan ansiada independencia, pero también expuso las fragilidades de un país que aún no se encontraba a sí mismo. La región separatista de Transnistria, con su inclinación prorrusa, sigue siendo un recordatorio constante de un conflicto no resuelto.

Con su independencia, Moldavia despertó a un mundo que prometía democracia y desarrollo, pero la realidad pronto se convirtió en un espejo agrietado de corrupción, pobreza y emigración masiva. Las calles de Chisináu, la capital, cuentan historias de una nación que lucha por encontrar su rumbo, mientras que las aldeas rurales, donde el tiempo parece detenido, hablan de la dureza de la vida en una economía rural desolada.

LAS MUJERES MOLDAVA

La sociedad moldava es conservadora en muchos aspectos, con roles de género profundamente arraigados. Aunque las mujeres desempeñan un papel crucial en la vida económica y familiar, sus oportunidades están limitadas por las expectativas tradicionales. Se espera que las mujeres asuman principalmente el rol de cuidadoras y responsables del hogar, lo que limita sus oportunidades de desarrollo profesional. Su acceso a educación superior, puestos de responsabilidad y de desarrollo personal sigue siendo limitado. En Moldavia, una mujer no solo se enfrenta a la pobreza y la falta de oportunidades, sino también a las barreras invisibles que la sociedad levanta en torno a ella.

El acceso a la educación para las mujeres ha mejorado significativamente, pero el mercado laboral sigue siendo desigual, y muchas mujeres se encuentran en empleos mal pagados o en sectores que perpetúan estereotipos de género. Además, la emigración masiva, motivada por la falta de oportunidades económicas, ha llevado a un éxodo de mujeres en busca de mejores condiciones de vida. 

con más del 25 % de su población viviendo en el extranjero. Las mujeres constituyen una gran parte de esta diáspora, muchas de ellas trabajando en empleos de cuidados, como enfermeras, empleadas domésticas o cuidadoras de ancianos en países como Italia, Rusia o España. Aunque la emigración les ofrece una salida económica, también perpetúa su papel tradicional de cuidadoras, ya que muchas de ellas emigran para enviar remesas a sus familias en Moldavia, manteniendo una dinámica económica dependiente del exterior.

En el extranjero, además, se vuelven más vulnerables a convertirse en víctimas de explotación y trata.  

LA TRATA DE MUJERES

Moldavia es uno de los principales países de origen para el tráfico de mujeres y niñas, explotadas en redes de prostitución y esclavitud sexual en Europa Occidental. La pobreza, la falta de empleo y la desesperación se han convertido en el terreno en el que crecen las redes criminales que se aprovechan de las más vulnerables.

Estas mujeres, atrapadas por falsas promesas de empleo en el extranjero, se encuentran secuestradas por un sistema de explotación inhumano, en el que sus cuerpos se convierten en mercancía. La trata no solo destruye vidas, sino que perpetúa la idea de que las mujeres, sobre todo las más pobres, son desechables, sus voces silenciadas y sus esperanzas rotas.

A pesar de los esfuerzos del gobierno y de la colaboración internacional para combatir este flagelo, las raíces de la trata son profundas. La corrupción, la falta de recursos y las escasas oportunidades económicas en Moldavia dificultan una lucha efectiva contra este problema, dejando a muchas mujeres atrapadas en un ciclo de explotación del que es casi imposible escapar.

UNA SOCIEDAD EN PROCESO DE TRANSFORMACIÓN

A pesar de los desafíos, Moldavia está en una encrucijada hacia el cambio. Las nuevas generaciones están cada vez más conectadas con el mundo, lo que podría llevar a una mayor apertura y transformación en los roles de género y la participación femenina en la vida pública. Sin embargo, el país necesita combatir los altos índices de corrupción y fortalecer su estado de derecho para seguir definiendo el futuro de su sociedad.

La lucha por la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y la erradicación de la trata de personas son aspectos clave para el desarrollo de Moldavia. La comunidad internacional ha puesto su mirada en el país, ofreciendo apoyo para abordar estas problemáticas, pero la transformación real dependerá en gran medida de los cambios internos que pueda lograr el país en términos de gobernanza y derechos humanos. 

INDICADORES DE MOLDAVIA

1. Indicadores Económicos (World Bank)

PIB (Producto Interno Bruto): En 2023, el PIB de Moldavia fue de aproximadamente US$ 15.1 mil millones de dóalres. Aunque la economía moldava ha mostrado signos de recuperación tras la pandemia de COVID-19, el crecimiento económico sigue siendo lento, con una tasa de crecimiento prevista del 2.5% para 2024. El país sigue dependiendo en gran medida de la agricultura y las remesas de los moldavos que trabajan en el extranjero​.

Pobreza: Aproximadamente el 26.8% de la población de Moldavia vivía en riesgo de pobreza o exclusión social en 2022. Las disparidades entre las áreas urbanas y rurales son notables, con una mayor concentración de pobreza en las zonas rurales, donde la agricultura sigue siendo la principal fuente de ingresos, pero con bajos niveles de productividad​.

Desempleo: La tasa de desempleo en Moldavia es relativamente baja, situándose en 5.7% en 2023. Sin embargo, esto se debe en parte a la alta emigración de trabajadores jóvenes, lo que reduce la presión sobre el mercado laboral interno. Muchos moldavos trabajan en el extranjero, particularmente en la Unión Europea y Rusia, y las remesas representan una parte importante de la economía​.

Inflación: Moldavia ha enfrentado una inflación alta en los últimos años. En 2023, la tasa de inflación fue del 10.8%, en gran medida impulsada por el aumento de los precios de los alimentos y la energía, exacerbado por la inestabilidad en la región debido al conflicto en Ucrania y la dependencia del país de las importaciones energéticas​.

2. Indicadores Sociales (World Bank, National Bureau of Statistics of the Republic of Moldova)

Esperanza de vida: La esperanza de vida en Moldavia era de 70.8 años en 2022, una de las más bajas de Europa. Esto se debe a factores como la calidad desigual del sistema de salud, el acceso limitado a servicios de salud en áreas rurales y los altos niveles de emigración, que afectan la atención médica y la sostenibilidad del sistema de pensiones​.

Tasa de mortalidad infantil: En 2022, la tasa de mortalidad infantil en Moldavia era de 11.2 muertes por cada 1,000 nacidos vivos, más alta que el promedio de la Unión Europea. Si bien ha habido mejoras en los últimos años, el sistema de salud sigue necesitando reformas para mejorar los servicios de atención materno-infantil, especialmente en las zonas rurales​.

Acceso a la educación: Moldavia tiene una alta tasa de alfabetización, superior al 99%. Sin embargo, enfrenta problemas relacionados con la calidad de la educación y la infraestructura escolar. El abandono escolar es un problema creciente, especialmente en áreas rurales, debido a la migración de las familias y la falta de oportunidades económicas en las zonas menos desarrolladas​.

3. Indicadores de Género (World Bank, WEF – Global Gender Gap Report)

Desigualdad de género: En el Índice Global de Brecha de Género del Foro Económico Mundial de 2022, Moldavia ocupó el puesto 35. El país ha avanzado en términos de igualdad de género, especialmente en la educación y la representación política, pero persisten brechas en el empleo y los salarios. La brecha salarial de género en Moldavia fue del 14% en 2022, lo que refleja las desigualdades en sectores como la agricultura y la industria​.

Violencia de género: La violencia de género es una preocupación importante en Moldavia. En 2022, se reportaron 27.6 incidentes por cada 100.000 mujeres relacionados con violencia doméstica. Aunque se han implementado leyes para combatir este problema, la falta de recursos y apoyo para las víctimas sigue siendo un obstáculo para la erradicación de la violencia de género​.

Maternidad infantil y matrimonio precoz: El matrimonio infantil es poco común en Moldavia, aunque las comunidades rurales más pobres pueden presentar algunos casos aislados. La tasa de fecundidad adolescente era de 23 nacimientos por cada 1.000 adolescentes en 2022, una de las más altas de Europa. Aún así el país también enfrenta desafíos relacionados con la baja tasa de natalidad general, que fue de 1.27 hijos por mujer en 2022, lo que plantea problemas a largo plazo en términos de envejecimiento de la población​.

Participación política de las mujeres: La participación de las mujeres en la política ha mejorado en los últimos años. En 2022, las mujeres ocupaban el 41% de los escaños en el Parlamento de Moldavia. Este avance se debe en parte a las cuotas de género y los esfuerzos del país por cumplir con los estándares europeos de igualdad de género en la política. Sin embargo, las mujeres siguen subrepresentadas en puestos de liderazgo empresarial​.