Indril. Mujeres jinete (MONGOLIA)
«Dice un cuento mongol que el hombre soñó al hombre una noche de cielo despejado y ese hombre soñó a la mujer y esta soñó las estrellas y así será hasta el fin de los días porque la creación es incompleta y necesita de sueños, que son los hilos de la manta que protege al caballo».
A Indril prácticamente la vi nacer. Tengo un vínculo muy fuerte con su familia desde que en 2005 viajé por primera vez a Mongolia. En 2019 volví por cuarta vez a Mongolia para pasar unos días con mi amigo Erka. Indril ya estaba hecha una mujer y me regañaba mucho, porque yo no doblaba bien las mantas de fieltro de la ger (tienda tradicional de los nómadas), porque tocaba a los chotillos y por mil cosas más que ni siquiera entendía.
Su padre y su abuelo siempre han criado caballos en la estepa. Así que depués de tantos años yendo a verlos, le propuse a Erka hacerle una foto galopando pero me dijo que no, que legustaría que se la hiciera a Indril. Al principio ella se negó, la niña tiene mucho carácter. Fueron el padre y la madre para convencerla. Se subió muy cabreada al caballo, hizo varias pasadas y cuando le pareció oportuno se bajó, dijo que ya no montaba más y se fué aún más cabreada de lo que había venido. Hoy tiene esas fotos en su página de Facebook y está orgullosísima de ellas. Adolescentes.









MONGOLIA
Mongolia es un país de Asia central conocido por sus extensas estepas, el desierto del Gobi y su histórica conexión con el imperio de Gengis Kan. Con una población dispersa y un estilo de vida en su mayoría nómada, su economía depende en gran medida de la ganadería y la minería. La capital, Ulán Bator, actúa como el centro político y económico, contrastando con las tradiciones rurales que todavía predominan en gran parte del territorio. Es un lugar donde el pasado y el presente coexisten en un equilibrio único.
EL ROL DE LAS MUJERES
Mongolia, conocida por su legado de guerreros y jinetes descendientes de Gengis Khan, es también un país donde las mujeres han desempeñado históricamente un papel crucial en la sociedad. En las vastas estepas, su fortaleza y resiliencia destacan tanto en la vida urbana como en la rural. Las mujeres mongolas, adaptándose a los desafíos del cambio climático, la modernización y el tradicional pastoreo nómada, son pilares de la vida familiar, social y económica.
En las regiones rurales, donde muchas familias aún practican el pastoreo nómada o semi-nómada, las mujeres tienen un papel activo en casi todas las actividades cotidianas. Se levantan al amanecer para ordeñar vacas y yeguas, produciendo leche que no solo alimenta a la familia, sino que también se transforma en productos como el airig (leche de yegua fermentada), esenciales para el sustento económico y las reservas de invierno. Esta tarea específica suele estar a cargo de las mujeres, pero las responsabilidades se comparten: tanto hombres como mujeres cuidan de los animales, tejen, cosen las tradicionales tiendas ger, y supervisan la educación de los hijos.
En las comunidades rurales, las mujeres también son líderes en la toma de decisiones familiares y comunitarias. Su opinión es valorada, especialmente cuando está respaldada por experiencia y edad. Ellas también deciden rutas migratorias, gestionan recursos y organizan las actividades que sostienen el hogar. A menudo, su autonomía en el entorno rural supera la de las mujeres en las áreas urbanas, donde los roles suelen estar más limitados por las dinámicas modernas.
HERENCIA DE IGUALDAD DE GÉNERO
La historia de Mongolia ofrece una base única para la igualdad de género. Durante el imperio de Gengis Khan, las mujeres gozaban de derechos inusuales para la época, como la propiedad de bienes, la toma de decisiones familiares y, en ocasiones, roles de liderazgo en ausencia de los hombres. Este legado ha moldeado una cultura que, incluso hoy, otorga a las mujeres rurales una posición de liderazgo y autonomía.
En la actualidad, esta herencia de equidad se refleja en la vida diaria de las mujeres nómadas aunque no tanto en las urbanitas. A pesar de los desafíos del entorno y la modernización, continúan gestionando las decisiones económicas y familiares, asegurando la supervivencia y bienestar de su familia, el ganado y la tierra. Su rol, esencial y multifacético, no solo sostiene la economía rural, sino que también preserva tradiciones que forman parte del alma de Mongolia.
INDICADORES DE MONGOLIA
Mongolia es una nación enclavada en Asia Central que ha experimentado una rápida transformación económica y social en las últimas décadas, impulsada por la extracción de sus recursos minerales. Sin embargo, enfrenta desafíos significativos en términos de desarrollo humano y desigualdad. A continuación mostramos un resumen de los principales indicadores económicos, sociales y de género del país.
1. Indicadores Económicos: World Bank
PIB (Producto Interno Bruto): En 2023, el PIB de Mongolia alcanzó los US$ 19,5 mil millones de dólares, con una tasa de crecimiento prevista del 6,2% en 2024, impulsada principalmente por la industria minera y el consumo privado. El país ha experimentado fluctuaciones en su crecimiento debido a factores externos como la demanda de minerales y la crisis del COVID-19.
Pobreza: Aunque el país ha logrado reducir la pobreza en las últimas décadas, el ritmo de disminución ha sido desigual. En 2022, el 27,8% de la población vivía por debajo de la línea de pobreza nacional, siendo las áreas rurales las más afectadas.
Desempleo: Mongolia enfrenta tasas relativamente altas de desempleo juvenil, aunque las cifras generales son más bajas debido a una gran cantidad de personas en empleos informales o de subsistencia.
Inflación: La inflación se ha mantenido alta en los últimos años, alcanzando un promedio del 8,6% en 2023, debido a factores como la fluctuación de los precios de los alimentos y la energía.
2. Indicadores Sociales World Bank
Esperanza de vida: La esperanza de vida en Mongolia es de 69 años. Ha mejorado gracias al incremento en el acceso a servicios de salud, aunque persisten disparidades regionales.
Tasa de mortalidad infantil: En 2022, la tasa de mortalidad infantil fue de 15 por cada 1.000 nacidos vivos, un gran avance con respecto a décadas anteriores gracias a mejoras en la atención médica y programas de vacunación.
Acceso a la educación: Mongolia tiene una alta tasa de alfabetización de más del 98%. Sin embargo, las disparidades en la calidad educativa entre las áreas urbanas y rurales persisten. El acceso a la educación terciaria también ha aumentado, aunque con una marcada diferencia de género.
3. Indicadores de Género World Bank
Desigualdad de género: A pesar de algunos avances, Mongolia enfrenta desafíos importantes en cuanto a la igualdad de género. En 2022, ocupaba el puesto 66 en el Índice de Desigualdad de Género del PNUD. Las mujeres participan activamente en el mercado laboral, pero la brecha salarial es considerable, y su acceso a posiciones de liderazgo es limitado.
Violencia de género: La violencia contra las mujeres sigue siendo un problema, con un aumento en los informes de violencia doméstica. El gobierno ha implementado varias políticas para mejorar la seguridad de las mujeres, pero el problema sigue siendo prevalente.
Maternidad infantil y matrimonio precoz: Mongolia también enfrenta problemas relacionados con el matrimonio infantil y la maternidad adolescente, aunque en menor medida que otros países de Asia Central. La tasa de fecundidad adolescente es de 24 nacimientos por cada 1.000 adolescentes.