Mujinis Mada
Mujinis Mada tiene 52 años, 5 hijas y 4 hijos, aunque uno de ellos murió siendo un niño. Ahora es abuela de 6 nietas y 2 nietos y todos viven en un par de chozas que comparten con algunos animales.
Mujinis nos comenta que cuida de la casa, repara lo que se estropea y se asegura de que todo esté bien. Vive en armonía con sus vecinos y respeta sus costumbres. Los placeres en su vida son beber leche, comer la mantequilla que fabrica y ser feliz llevando una vida recta. Le agrada recibir visitas y disfruta de la gente, que suele hacer bromas, piensa diferente y hacen preguntas. Es su forma de adquirir más conocimientos de la vida. Ella enseña a sus hijos y a sus nietos a llevar una vida recta para que sean buenas personas en el futuro y para la sociedad. También los ha enseñado a respetar a los mayores, porque es lo correcto.
Cuando terminamos de hablar veo a las gemelas, dos nietas de Mujinis, que meten a las cabras en el corral y se quedan mirando la puesta de sol, disfrutando de un paisaje que han visto miles de veces pero que les sigue invitando a contemplarlo. Es una imagen preciosa y tal vez muy efímera.






DATOGA
Los Datoga son un grupo étnico nilótico que habita principalmente en el norte de Tanzania, en las regiones circundantes al Lago Eyasi, cerca del Gran Valle del Rift. Con una población estimada en más de 100.000 personas, los Datoga son pastores seminómadas que han mantenido una cultura y estilo de vida centrados en la ganadería durante siglos.
HISTORIA Y MODO DE VIDA
Los Datoga, también conocidos como Mang’ati, son un pueblo con raíces ancestrales que se remontan a las migraciones nilóticas de hace varios siglos. Son conocidos por su destreza como pastores y guerreros, lo que les permitió resistir la presión de otros grupos étnicos, como los Maasai, con quienes compitieron históricamente por tierras de pastoreo. Con mucho esfuerzo han mantenido una identidad cultural distinta, a pesar de la influencia de otros pueblos y de los cambios en su entorno.
El modo de vida de los Datoga gira en torno al pastoreo. Vacas, cabras y ovejas son el centro de su economía y sociedad, la riqueza de una persona se mide en gran parte por el tamaño de su ganado. A lo largo de los siglos, han desarrollado un conocimiento profundo de la ecología local, moviéndose con sus rebaños para aprovechar al máximo los recursos de las tierras semiáridas que habitan.
A pesar de la introducción de tecnologías modernas, los Datoga siguen practicando técnicas de pastoreo tradicionales, valorando la autosuficiencia y la conexión espiritual con sus tierras ancestrales. También son conocidos por su trabajo en metalurgia. Tradicionalmente, forjaban sus propias herramientas y armas, como lanzas, cuchillos y joyas de metal, lo que les ha permitido mantener una cierta independencia económica y una identidad cultural única en comparación con otros grupos pastorales de la región.
EL ROL DE LAS MUJERES
La sociedad tiene una estructura patriarcal y poligámica, donde los hombres pueden tener varios hogares para acceder a mayores tierras de pastoreo. Las mujeres Datoga, sin embargo, tienen un grado de poder dentro del hogar y la comunidad. Ellas son las encargadas de la administración doméstica y los cuidados. Responsables de la preparación de alimentos, la recolección de agua y leña, y el mantenimiento de las casas familiares. También juegan un papel fundamental en la economía familiar al encargarse del ordeño de las vacas y la producción de productos lácteos, que no solo son esenciales para la dieta del grupo, sino que también son utilizados en el comercio o intercambio con otras comunidades.
La mujer Datoga es la encargada de transmitir las tradiciones culturales. Ella transmite a las generaciones más jóvenes los valores, las canciones y las historias que forman el núcleo de la identidad Datoga. Aunque el matrimonio en la sociedad Datoga sigue normas más tradicionales, donde los padres a menudo arreglan los matrimonios de sus hijos, las mujeres participan activamente en las decisiones relacionadas con la gestión del hogar y las propiedades del ganado y le economía.
Aun así, los consejos de ancianos, donde se tomas las decisiones más importantes para el pueblo y la desarrollo de la comunidad, siguen estando formados predominantemente por hombres.
DAFÍOS MODERNOS
A pesar de la fortaleza cultural de los Datoga, enfrentan los mismos desafíos modernos de las etnias de la zona: la creciente presión sobre sus tierras de pastoreo. La expansión de la agricultura comercial, el turismo y la competencia con otros grupos pastorales, como los Maasai, han reducido las áreas donde los Datoga pueden llevar a sus animales a pastar. Además, el cambio climático ha incrementado la frecuencia de las sequías, lo que dificulta la supervivencia de sus rebaños y, en consecuencia, su modo de vida tradicional.
Otro desafío importante es la presión gubernamental para que los Datoga adopten un estilo de vida más sedentario y se integren en la economía nacional. Aunque algunos Datoga han comenzado a practicar la agricultura o a buscar trabajos en las ciudades, muchos temen que estos cambios amenacen su identidad cultural.
En cuanto a la educación, aunque las oportunidades educativas han mejorado en Tanzania, las niñas Datoga, en particular, enfrentan barreras para acceder a la educación formal. La tradición favorece su permanencia en el hogar para ayudar en las tareas domésticas y el cuidado del ganado, lo que limita sus oportunidades de recibir una educación completa.
EL FUTURO DE LOS DATOGA
A medida que los Datoga enfrentan estos desafíos, su futuro depende en gran medida de su capacidad para adaptarse sin perder su identidad. La presión externa para que abandonen su estilo de vida nómada y adopten la agricultura o el trabajo asalariado podría fragmentar su cultura y erosionar sus tradiciones ancestrales.
Sin embargo, también hay razones para el optimismo. Organizaciones locales e internacionales están trabajando con las comunidades Datoga para proteger sus derechos territoriales y promover el acceso a la educación, en particular para las mujeres y niñas. La implementación de programas de desarrollo sostenible, que respeten su cultura mientras les proporcionan nuevas herramientas para prosperar en un mundo en cambio, será clave para su supervivencia.
INDICADORES DE TANZANIA
Tanzania es un país situado África oriental que ha mostrado un crecimiento económico constante en las últimas décadas. Sin embargo, persisten desafíos importantes en términos de desarrollo humano, igualdad de género y reducción de la pobreza. A continuación se exponen los principales indicadores económicos, sociales y de género de Tanzania, con las fuentes originales en las que consultar más información detallada.
1. Indicadores Económicos
PIB (Producto Interno Bruto): Banco Mundial (World Bank) World Bank Tanzania Overview
En 2023, el PIB de Tanzania fue de aproximadamente US$ 85 mil millones. La economía ha crecido a una tasa anual promedio del 6-7% en la última década.
El crecimiento económico ha estado impulsado principalmente por los sectores de la minería, las telecomunicaciones, la agricultura y el turismo.
Pobreza: Banco Mundial Tanzania Economic Update
A pesar del crecimiento económico, alrededor del 26% de la población vive por debajo de la línea de pobreza nacional.
La pobreza está más concentrada en las zonas rurales, donde el acceso a servicios básicos como educación y salud es más limitado.
Desempleo: ILO (Organización Internacional del Trabajo) ILO Tanzania Data
La tasa de desempleo en Tanzania es relativamente baja en términos generales, pero existe un alto nivel de subempleo, especialmente en el sector agrícola, que emplea a la mayor parte de la población.
La tasa de desempleo juvenil es una preocupación particular, con una estimación del 13-15% de jóvenes sin trabajo formal.
2. Indicadores Sociales. UN Women Data Hub
Esperanza de vida: Banco Mundial Tanzania Life Expectancy Data
La esperanza de vida en Tanzania ha mejorado significativamente, alcanzando los 66 años en 2022.
Las mejoras en la atención de la salud infantil, programas de vacunación y acceso a servicios básicos han sido fundamentales en este progreso.
Tasa de mortalidad infantil: Fuente: UNICEF / UNICEF Tanzania
La mortalidad infantil ha disminuido en las últimas dos décadas. Actualmente la tasa de mortalidad infantil es de 50 por cada 1.000 nacidos vivos.
Sin embargo, sigue siendo relativamente alta en comparación con los estándares globales.
Acceso a la educación: Fuente: UNESCO Tanzania Education Statistics
La tasa de alfabetización es del 77%, pero las tasas de matrícula y finalización escolar son desiguales, especialmente en las zonas rurales en la que es mucho más baja.
La educación primaria es obligatoria y gratuita, pero la tasa de abandono en secundaria es alta, sobre todo debido a barreras económicas.
3. Indicadores de Género
Desigualdad de género:
Tanzania ocupa el puesto 130 de 191 países en el Índice de Desigualdad de Género de las Naciones Unidas.
Las mujeres enfrentan desigualdades significativas en áreas como el acceso a la educación, participación en el mercado laboral y derechos de propiedad.
Participación laboral femenina: UN Women UN Women Tanzania
Aproximadamente el 67% de las mujeres en Tanzania participan en la fuerza laboral, principalmente en el sector informal y la agricultura.
A pesar de esta alta tasa de participación, las mujeres ganan significativamente menos que los hombres y tienen menos acceso a empleos formales.
Violencia de género: Informe del Banco Mundial sobre Género World Bank Gender Report
La violencia contra las mujeres sigue siendo un problema grave. Según datos recientes, 1 de cada 3 mujeres en Tanzania ha sufrido violencia física o sexual a lo largo de su vida.
Se han implementado iniciativas gubernamentales y no gubernamentales para combatir la violencia de género, pero los desafíos persisten, en parte debido a normas culturales profundamente arraigadas.
Maternidad infantil y matrimonio precoz: UNICEF Tanzania Adolescent Birth Rate
El matrimonio infantil sigue siendo un desafío importante en Tanzania. Alrededor del 37% de las niñas se casan antes de los 18 años, lo que afecta negativamente su educación y oportunidades económicas.
La tasa de fecundidad adolescente es alta, con 116 nacimientos por cada 1.000 adolescentes de entre 15 y 19 años.