Atsa. Mujeres chamanas (MONGOLIA)
El ritual comienza con una cuidadosa preparación de la vestimenta. Oblana ayuda a su tía Atsa a vestirse con varias capas de ropa y complementos coloridos que terminan con la máscara. Se coloca de rodillas frente a varias botellas de vodka y cigarrillos. Bebe un vaso y empieza a tocar el tambor. Bebe otro vaso, fuma, el ritmo se hace cada vez más frenético hasta que se detiene.
Ella ha heredado el poder de hablar a través de los dioses. Cuando ha alcanzado el estado de conciencia adecuado uno de los tres dioses con los que está conectada la poseen. Ahora es la deidad la que habla.
Su misión es dar consejo a quien se lo pide. El dios o la diosa hablan a través de ella, que adopta la voz masculina o femenina del ente en cuestión. Se trata de un don que poseen muy pocas personas y cuando se lleva a cabo acuden familias de áreas cercanas a pedir consejo.
El ritual dura varias horas y termina cuando el útlimo visitante ha realizado su última consulta a los dioses. Aunque en Mongolia la religión principal es el budismo, sigue muy arraigado el animismo. Especialmente entre los nómadas. Un país con la mitad de la población nómada y cuya constitución incluye en su carta magna a los elementos.
Atsa es madre de Indril y Elpk y junto a su marido, Erka, viven en la estepa criando ganado, especialmente caballos con el que comercian. Con los beneficios que han obtenido han podido comprar una pequeña casa en Nalayjk, donde tomé esta imagen.






CHAMANISMO EN MONGOLIA
En las vastas estepas y montañas de Mongolia, donde la naturaleza parece infinita y el cielo azul cobalto, el chamanismo ha sido, desde tiempos inmemoriales, un hilo que conecta a las personas con los espíritus de la tierra, el cielo y sus antepasados. Aunque a menudo se habla de los chamanes masculinos, las chamanas han ocupado un lugar crucial en la vida espiritual de las comunidades mongolas, ejerciendo un poder místico que trasciende los roles tradicionales de género. Estas mujeres, consideradas mediadoras entre el mundo terrenal y el espiritual, son guardianas de los antiguos saberes que han guiado a los mongoles a través de los siglos.
El chamanismo en Mongolia es una de las tradiciones espirituales más antiguas del mundo, con raíces que se extienden mucho antes de los tiempos en los que los clanes tribales dieran surgimiento del imperio mongol. Para los nómadas, que vivían en estrecha relación con la naturaleza, los espíritus de los animales, las montañas, los ríos y los antepasados eran una presencia constante. Conocidos como boo en mongol, eran los intermediarios encargados de mantener el equilibrio entre estos espíritus y la comunidad humana.
A través de rituales, el trance y la comunicación directa con los espíritus, los chamanes y chamanas ofrecían consejo, curaban enfermedades, protegían contra los desastres naturales, y guiaban a las almas de los muertos en su viaje al más allá. En tiempos de crisis, ya fuera una sequía o una epidemia, la comunidad recurría a ellos para pedir orientación y apoyo espiritual.
EL PODER DE LAS CHAMANAS
En este mundo de misterios y conexión con lo invisible, las chamanas mongolas han desempeñado un papel central en la vida mongola. Las mujeres chamanas, llamadas idugan, no solo son reconocidas por su habilidad para comunicarse con los espíritus, sino también por su capacidad para equilibrar la energía femenina y masculina en el universo espiritual. Tradicionalmente, se cree que las mujeres tienen una conexión más fuerte con la tierra y los ciclos naturales, lo que las convierte en canales especialmente poderosos para la energía espiritual.
Las chamanas son veneradas por su intuición y sabiduría, y a menudo se les busca para resolver problemas que afectan tanto al cuerpo como al alma. En la cosmología chamánica, las enfermedades físicas y emocionales a menudo se atribuyen a desequilibrios espirituales o a la pérdida del alma, y las chamanas son responsables de llevar a cabo ceremonias de curación que implican cantos, danzas, sonido de tambores y el uso de amuletos sagrados. Estas ceremonias buscan restaurar la armonía entre la persona y los espíritus.
Ser chamana no es simplemente un rol espiritual, sino un cargo de poder e influencia, son líderes espirituales. Los espíritus no discriminan según el género; lo que importa es la capacidad de un individuo para acceder y manejar el poder espiritual. Algunas mujeres chamanas alcanzan el prestigio de ser tengris, o chamanas de alto rango, capaces de invocar a los espíritus más poderosos y realizar ceremonias complejas. Estas mujeres no solo curan, sino que también guían a sus comunidades en momentos de gran cambio y transición.
RENACIMIENTO DEL CHAMANISMO
Durante la época soviética, cuando Mongolia estuvo bajo una fuerte influencia comunista, el chamanismo, junto con otras prácticas religiosas, fue duramente reprimido. Los chamanes fueron perseguidos, sus rituales prohibidos y sus conocimientos relegados al ámbito privado. Sin embargo, con la caída del régimen comunista en 1990, el chamanismo ha experimentado un notable renacimiento.
En la Mongolia contemporánea, las chamanas están recuperando su lugar en la sociedad. A medida que el país enfrenta los desafíos de la modernización y la globalización, muchas personas buscan reconectar con sus raíces espirituales y culturales. El chamanismo ofrece una forma de mantener viva la identidad mongola en un mundo en rápido cambio. Hoy en día, las chamanas combinan sus antiguos rituales con las realidades modernas, usando sus prácticas para abordar tanto los problemas tradicionales como los nuevos desafíos, como el estrés urbano, las enfermedades modernas y la crisis ambiental.
CHAMANISMO Y ECOLOGÍA. DEFENSORAS DE LA TIERRA
La espiritualidad chamánica está profundamente entrelazada con el respeto por la naturaleza. Las chamanas, como intermediarias entre los seres humanos y los espíritus de la tierra, juegan un papel fundamental en la protección del medio ambiente. En Mongolia, donde el pastoreo nómada sigue siendo una el eje central del modo de vida rural, el conocimiento de las chamanas sobre los ciclos naturales y los equilibrios ecológicos es vital para la supervivencia de las comunidades.
La crisis climática que afecta a Mongolia, con inviernos más severos (dzud) y veranos más áridos, ha reforzado la importancia de las prácticas chamánicas que promueven la armonía con la naturaleza. Las chamanas participan activamente en ceremonias para pedir lluvia, evitar desastres naturales y proteger a los animales y las tierras de pastoreo. En muchos casos, estas mujeres han liderado iniciativas para concienciar sobre la sostenibilidad y la preservación de los recursos naturales, actuando no solo como líderes espirituales, sino también como defensoras del medio ambiente.
INDICADORES DE MONGOLIA
Mongolia es una nación enclavada en Asia Central que ha experimentado una rápida transformación económica y social en las últimas décadas, impulsada por la extracción de sus recursos minerales. Sin embargo, enfrenta desafíos significativos en términos de desarrollo humano y desigualdad. A continuación mostramos un resumen de los principales indicadores económicos, sociales y de género del país.
1. Indicadores Económicos: World Bank
PIB (Producto Interno Bruto): En 2023, el PIB de Mongolia alcanzó los US$ 19,5 mil millones de dólares, con una tasa de crecimiento prevista del 6,2% en 2024, impulsada principalmente por la industria minera y el consumo privado. El país ha experimentado fluctuaciones en su crecimiento debido a factores externos como la demanda de minerales y la crisis del COVID-19.
Pobreza: Aunque el país ha logrado reducir la pobreza en las últimas décadas, el ritmo de disminución ha sido desigual. En 2022, el 27,8% de la población vivía por debajo de la línea de pobreza nacional, siendo las áreas rurales las más afectadas.
Desempleo: Mongolia enfrenta tasas relativamente altas de desempleo juvenil, aunque las cifras generales son más bajas debido a una gran cantidad de personas en empleos informales o de subsistencia.
Inflación: La inflación se ha mantenido alta en los últimos años, alcanzando un promedio del 8,6% en 2023, debido a factores como la fluctuación de los precios de los alimentos y la energía.
2. Indicadores Sociales World Bank
Esperanza de vida: La esperanza de vida en Mongolia es de 69 años. Ha mejorado gracias al incremento en el acceso a servicios de salud, aunque persisten disparidades regionales.
Tasa de mortalidad infantil: En 2022, la tasa de mortalidad infantil fue de 15 por cada 1.000 nacidos vivos, un gran avance con respecto a décadas anteriores gracias a mejoras en la atención médica y programas de vacunación.
Acceso a la educación: Mongolia tiene una alta tasa de alfabetización de más del 98%. Sin embargo, las disparidades en la calidad educativa entre las áreas urbanas y rurales persisten. El acceso a la educación terciaria también ha aumentado, aunque con una marcada diferencia de género.
3. Indicadores de Género World Bank
Desigualdad de género: A pesar de algunos avances, Mongolia enfrenta desafíos importantes en cuanto a la igualdad de género. En 2022, ocupaba el puesto 66 en el Índice de Desigualdad de Género del PNUD. Las mujeres participan activamente en el mercado laboral, pero la brecha salarial es considerable, y su acceso a posiciones de liderazgo es limitado.
Violencia de género: La violencia contra las mujeres sigue siendo un problema, con un aumento en los informes de violencia doméstica. El gobierno ha implementado varias políticas para mejorar la seguridad de las mujeres, pero el problema sigue siendo prevalente.
Maternidad infantil y matrimonio precoz: Mongolia también enfrenta problemas relacionados con el matrimonio infantil y la maternidad adolescente, aunque en menor medida que otros países de Asia Central. La tasa de fecundidad adolescente es de 24 nacimientos por cada 1.000 adolescentes.